INTRODUCCION.
La comisión primera del consejo
de Medellín convoca a un grupo interdisciplinario para que analice
y evalúe “el proyecto de acuerdo No. 217 de 1996, “por el cual se
adopta el estatuto general para el ordenamiento físico del municipio
de Medellín”, que reforma el acuerdo 38 de 1990”.
Dicha comisión encuentra que el
acuerdo 038 es una clasificación de usos, normas y definiciones
que no se basa en un concepto claro de ciudad como proyecto ni de en un
análisis claro de la ciudad existente y no propone instrumentos
metodológicos para intervenciones urbanas coherentes con una idea
de plan.
Recoge además las inqueitudes de
diferentes estamentos de la ciudad que han encontrado inconsistencias en
el documento.
La comisión propone, en vez de
reformar el acuerdo, la elaboración de un documento base para la
elaboración de un plan de ordenamiento terrirotial, que posea las
normas urbanísticas necesarias para propiciar “una ciudad integrada
y equilibrada en los social, en lo ambiental y en lo físico.”
CONCEPTOS BASICOS.
Idea de ciudad.
El entendimiento de la ciudad como organismo
supone de entrada una mirada tradicional. Los conceptos de
“estructurante”, como espacio público/vías y
“estructurado”, como espacio privado/barrio,
dejan de lado conceptos importantes de la ciudad contemporánea y
corren el peligro de inscribirse de nuevo en una estructura rígida.
La condición de caos de la ciudad
contemporánea y el nuevo orden que a partir de ella se genera, no
tendrían cabida en el esquema que se propone. Hay que rescatar,
sin embargo, que frente a la visión tradicional de la planeación
se incorpora activamente el componente social como generador y regulador
de los procesos urbanos. Se empieza a cambiar la concepción
cuantitativa por la cualitativa en cuestión de planificación.
Espacio público.
El espacio de la ciudad se entiende como
“Un tejido de componentes heterogéneos inseparablemente asociados”,
pero que necesitan de una estructura coherente. Sin embargo falta tener
en cuenta la condición fragmentada y difusa que tienen nuestras
ciudades, donde no solo actúa lo social desde el tejido físico,
sino que hay miles de redes visibles e invisibles que configuran tramas
que exigen nuevas formas de lectura.
De todos modos es importante el rescate
de la calle como lugar de lo social más que como soporte del transporte
y la arquitectura pública de los primeros niveles que ofrece la
posibilidad al transeúnte de relacionarse con el edificio desde
la calle.
Centro y centralidades.
“Hay que definir y actuar sobre el barrio
como el sistema complementario del centro principal”.
Se asume la condición descentralizada
de la ciudad y la necesidad de establecer nuevos puntos de tensión
con funcionamiento autónomo y actividades múltiples. Sin
embargo se le sigue dando una gran importancia a la comunicación
de los barrios, por medio de estas nuevas centralidades, con el centro
tradicional ; se piensa todavía en un concepto tradicional
de barrio como sector urbano con identidades colectivas generadas a partir
de ese centro.
La incorporación de puntos de tensión
es importante, siempre que se tenga en cuenta que el habitante de hoy es
tan móvil que lleva su identidad propia a todas partes y de acuerdo
a la actividad que realice, conforma masas más que colectivos.
Lo rural y lo suburbano.
Hay una conciencia ambiental en el sentido
de preservación de las áreas rurales, pero no se tiene claro
el concepto de las periferias como fenómeno determinante en el crecimiento
actual de la ciudad ni los conceptos a partir de los cuales actuar sobre
ellas.
Marco Nacional.
Es importante el reconocimiento de las
fallas que existen el a la vinculación de Medellín como centralidad
geográfica y económica con el resto del país, no solo
a nivel de vialidad, sino de la concepción de metrópolis
que debe tenerse al pensar en el desarrollo de estructuras urbanas, para
que funcionen ese tipo de relaciones.
Hay macroproyectos que ya se están
realizando con miras a conectar más efectivamente la ciudad con
los sistemas nacionales, pero no se han tenido en cuenta las implicaciones
urbanas y los movimientos y cambios que socialmente se pueden generar.
2. MEDELLÍN HOY. (Conflictos y posibilidades)
Factores físicos.
1. Se propone una revisión
del sistema estructurante tradicional, con base en las dinámicas
actuales y con miras al desarrollo futuro. Pero hay una cierta nostalgia
sobre ese trazado original que no permite ver como otro tipo de intervenciones
pueden responder al problema de la desarticulación.
Se tiene el concepto de que retomando
la trama original se soluciona el problema que han generado los planes
viales. Podría mejor analizarse cómo esa vialidad existente
puede convertirse en estructura de espacios públicos articulados
y como se puede seguir proyectando en esa dirección.
2. Hay una gran preocupación
por sectores como el poblado y las comunas, que teniendo cada uno sus características,
tienen grandes fallas de conformación urbana que no permiten el
desarrollo del espacio público de ciudad.
Se propone una implementación
de arquitecturas públicas
de
primer piso, que recupere
la calle
como lugar urbano y
le de
posibilidades al transeúnte
que
se halla encerrado
entre las
mallas de las urbanizaciones
y el
alto tráfico.
3. El desequilibrio urbano, la concentración
de servicios en ciertas áreas y su gran carencia en otras,
es un factor importante a enfrentar desde el plan. Frente a ello
e proponen las nuevas centralidades, ya mencionadas,
que empezarían
a solucionar el
problema.
Factores socioeconómicos.
Se entiende la segregación socioeconómica
de la ciudad desde el punto de vista de la zonificación que estanca
sectores específicos con respecto a determinadas actividades.
Casos como el comercio barrial o la informalidad se presentan en la ciudad
de forma espontánea y ya hacen parte activa de ella, y no hay ningún
mecanismo que los valore y les de un adecuado manejo, por el contrario
se estigmatizan como problemas. También se tienen en
cuenta situaciones tan importantes como la privatización del espacio
recreativo que hace que la ciudad pierda toda su capacidad lúdica,
y la inseguridad que generan las unidades cerradas y la zonificación
de usos, que se defienden de lo que ellas mismas generan.
La solución propuesta, en resumen,
es la de recuperar la ciudad tradicional en términos de sistemas
jerárquicos, recuperación de barrios, revaloración
del patrimonio y de las centralidades tradicionales de la ciudad, a través
de una construcción colectiva que involucre al ciudadano.
Queda preguntarse hasta que punto es bueno
recuperar esos valores que en su momento tuvo la ciudad y cómo articularlos
con los nuevos valores que la ciudad contemporánea ha desarrollado.
Factores ambientales.
El problema ambiental queda simplemente
esbozado y se puede concluir que el problema se enfoca hacia la contaminación
de todo tipo.
Por una parte hace falta la generación
de un sistema que articule los espacios verdes de la ciudad y los recupere
como verdaderos espacios públicos, dando la oportunidad de intervenirlos
con proyectos/parques.
Por otra parte se debe entender que la imagen y el ruido son factores que pueden manejarse desde lo urbano como condiciones inherentes a la metrópoli y con el diseño urbano pueden incorporarse y controlarse en el ; espacio público.
3. HACIA UN PLAN.
Se define por parte de la comisión, como plan de ordenamiento territorial, el documento que “a partir de un claro concepto de ciudad y un conocimiento de la misma, determine objetivos y estrategias claras, para desarrollar acciones y programas para encauzar y administrar el desarrollo físico urbano, y la interacción entre este y los asentamientos rurales.”
También se aclaran las instancias
de participación de los diferentes estamentos y de la comunidad
en el desarrollo de la propuesta y las diferentes instituciones que en
su orden deben evaluar y aprobar el plan, pero no se aclaran los instrumentos
y estrategias urbanas a partir de los cuales formular el plan.
Se insiste en la metodología pero
no se concreta, además es necesario plantear una nueva forma
de leer y proyectar la ciudad desde su conocimiento, su proyección
y el análisis de experiencias que se han tenido en otros países
; además de lo formulado por los planes locales como el plan estratégico.
Hay un avance importante al cambiar la idea de plan general por la de lineamientos que lleven al desarrollo de planes intermedios, pero convendría clarificar estas intervenciones desde la perspectiva del proyecto urbano, como mecanismo que actua sobre la ciudad mirando simultáneamente lo general y lo particular.
Las visiones de ciudad probable,
ciudad deseable y ciudad posible debería complementarse con el de
ciudad futura, en la que se consideren tofos los fenómenos contemporáneos
que están afectando el espacio urbano, no solo en Medellín,
sino en muchas ciudades del mundo.