Marcela Montoya A
Chicago fue fundada en 1930 “En el
lugar donde el río Chicago desemboca en el lago Michigan”2 , y fue
atacada por un incendio que prácticamente la destruyó en
1871. La reconstrucción de la ciudad estuvo influenciada
por múltiples factores que le dieron gran importancia en la historia.
La cultura americana de finales de siglo
XIX se caracterizó por tener un desarrollo acelerado en pos del
progreso industrial y el poder económico, el capitalismo desplazó
al puritanismo y surgió la competencia que dio riquezas a grandes
magnates como John D. Rockefeller, quienes posibilitaron el mejoramiento
de el transporte fluvial y férreo, e impulsaron la explotación
del petróleo.
La ciencia y la tecnología también
avanzaban rápidamente. Hubo inventos tan importantes como
el de la locomotora, el teléfono, el ascensor, la electricidad,
que inevitablemente y a pesar de que los arquitectos no los tuvieran presentes,
cambiaron la forma de las ciudades, y sobre todo las americanas que los
adoptaron inmediatamente. También en la construcción
se daban avances en las tecnologías del concreto, aceros, estructuras,
etc..
Chicago, en esta época se había convertido en punto estratégico de intercambio en todo el país por su ubicación estratégica y se encontraba dotado por las mejores comunicaciones férreas y fluviales.
A todo esto se sumaba el deseo del pueblo
americano de tener una “personalidad”
que lo diferenciara definitivamente de
los estilos clásicos europeos y de todas las demás razas.
J. Jackson Jarves comentaba: “ El único hecho intenso, escueto que
tenemos fijamente ante nosotros, es el de que si mañana fuésemos
aniquilados, nada se podría saber acerca de nosotros, como una raza
distintiva, juzgando por nuestra arquitectura”.3 Sin embargo existían
ciertos arquitectos que habiendo estudiado en la escuela de Bellas Artes
preferían el revival y la decoración.
Así, la escuela de Chicago al comenzar su misión de reconstruir el centro administrativo de la ciudad ( llamado el Loop), se concentró en dos corrientes. La primera, seguía los principios de William Le Barón Jenney, un mayor e ingeniero europeo que creía firmemente en la tecnología y en su estética simple y pura, y que además es considerado como fundador de la escuela y perfeccionador de la estructura en acero para edificios de gran altura. La segunda, se inclinaba por el clasicismo y la estética manejadas por Henry Hobson Richardson, que solo construyó un edificio importante en Chicago, el Marshall Field Wholesale Store, pero desarrolló una intensa actividad profesional y había estudiado en la escuela de Bellas Artes. Ambos tuvieron gran influencia en el movimiento. De Fusco define a Jenney como el momento “técnico” y a Richardson como el momento “cultural” de la escuela.
Louis Sullivan, se considera como el más
importante exponente de la escuela, precisamente por que en vez de adherirse
a una de las dos corrientes anteriores, trabaja un estilo personal.
En este período, el rascacielos
se define como nueva tipología arquitectónica y él
se encarga de darle carácter, combinando equilibradamente estética
y tecnología, estudiando su volumetría, sus proporciones
(base, cuerpo y remate) y su espacialidad.
El rascacielos, puede considerarse como
el mayor aporte de la escuela, y hay varias causas que llevan a su desarrollo:
La creciente industria, el comercio y
el desarrollo de los transportes, impulsados por el capitalismo, generan
la necesidad de nuevos tipos de edificaciones.
El precio de los solares edificables subió
enormemente tanto en Nueva York, como en Chicago, siendo la renta del suelo
y la funcionalidad los principales determinantes de la construcción.
“La estructura de esqueleto en acero,
perfeccionada por Le Barón Jenney, permite aumentar la altura, sin
miedo a tener que dar un grosor excesivo a los pilares de los pisos bajos,
y permite también abrir a lo largo de las paredes vidrieras casi
continuas”. 4
El edificio en altura, se convierte también
en un nuevo elemento estético y urbano.
Por ser una repetición de plantas
con estructura rígida, y por las dimensiones que adquiere, no admite
ya recargos y decoraciones excesivas. John W. Root, uno de los seguidores
de la corriente del mayor Jenney comentaba: “Era peor que inútil
prodigar en ellos ( Los modernos edificios de muchos pisos) adornos delicados....
por el contrario, debían con su masa y sus proporciones inspirara
en un vasto sentimiento elemental la idea de las grandes, estables, conservadoras
fuerzas de la civilización moderna.” 5
En cuanto a sus proporciones y relaciones,
el rascacielos otorga un primer nivel comercial que lo vincula con el plano
urbano, un cuerpo de plantas repetitivas cuantas veces se necesite y un
remate.
Tanto el edificio como la malla urbana que rige, no solo a Chicago, sino a la mayoría de las ciudades americanas, se basan en la cuadrícula, ilimitada en su crecimiento. Emilio Cecchi comenta que “es más bien una operación aritmética, una multiplicación”. Ni el rascacielos, ni la trama constituyen realidades arquitectónicas, pero son regidos por el mismo principio de las industrias y hacen posible construir el nuevo escenario urbano de la sociedad industrial.
La escuela de Chicago brindó valiosos elementos, como primer paso hacia la arquitectura moderna, pero su aporte se vio desvanecido por la inseguridad del gremio en el país en cuanto a la idea de independizarse o no del estilo europeo. Algunos arquitectos como Burnham se unieron a la exposición colombina de 1893. “Esta exposición habría frenado este conjunto de impulsos innovadores y recuperado los viejos estilemas en la línea de Beaux-arts, importados del viejo continente.” 6 desdibujando la naciente ciudad industrial.
FICHA BIOGRÁFICA:
1. DEFINICIÓN DEL MOVIMIENTO:
Se conoce
como la Escuela de Chicago, a un grupo de arquitectos que se dieron a la
tarea de reconstruir el centro administrativo de la ciudad, después
del incendio ocurrido en 1871. a este centro se le dio el nombre
de LOOP, y fue pensado y construido aplicando nuevas tecnologías
y conceptos urbanísticos.
2. PERIODO DE ACCIÓN: 1880 - 1893 (Fecha de la exposición colombina)
3. ANTECEDENTES HISTÓRICOS:
Chicago fue fundada en 1930 en la desembocadura
del río Chicago en el lago
Michigan.
Fue atacada por un incendio que prácticamente
la destruyó en 1871.
El potente desarrollo económico
e industrial de finales del siglo XIX, dieron cuna a la escuela.
La industria provocó la migración
de gran cantidad de población del campo hacia
las ciudades y llevó a la implementación
de nuevos tipos edificatorios.
La ciudad de Chicago, por su ubicación
y desarrollo, se había convertido para el último cuarto
de siglo en uno de los centros ferroviarios y de intercambio más
importantes del país.
La cultura americana había seguido
cánones europeos como el clasicismo y los revivals, pero a finales
del siglo XIX querían imprimirle personalidad y un espíritu
nuevo a sus ciudades.
4. PRINCIPALES APORTES:
Desarrollo de la estructura metálica
tipo jaula para edificios en altura, retomada de las ideas de Viollet Le
Duc.
Desarrollo del concepto y construcción
del edificio de gran altura. “Ascensor, teléfono y correo
neumático permiten el funcionamiento de hoteles, almacenes y oficinas
de cualquier tamaño y número de pisos, nace así en
Chicago por primera vez, el rascacielos.”
La estética del eclecticismo se
empieza a reemplazar por la estética de la tecnología, simple
e industrializada, y además personaliza el edificio americano.
5. PRINCIPALES EXPONENTES Y OBRAS:
A. William Le Baron Jenney.
1832-1907:
Home Insurance
Building - 1884
Leiter Building
1 y 2 - 1879 y 1885
B. Henry Hobson Richardson.
1838 -1886
Marshall Field
Co. Building - 1886
C. John W. Root. 1850 -1891
Daniel Burnham
1846 - 1912
Reliance Building
- 1890 -1895
Edificio Monadnock
D. Louis Sullivan 1856-1924
Dankmar Adler
1884-1900
Carson Pirie
Scott Store
Auditorium -
1887 - 1889
6. BIBLIOGRAFÍA:
Vanguardias artísticas del siglo
XX. Seminario Facultad de Arquitectura U.N.
pag 12 - 18.
Benévolo Leonardo. Historia de la Arquitectura Moderna. Capítulo VIII La escuela de Chicago y la vanguardia americana. pag 255 - 278. Ediciones G.G. Barcelona 1980.
Burchard John y Bush Brown Albert. La Arquitectura de los Estados Unidos. Parte II 1860 - 1885. pag 151 - 251. Editorial Letras, S.A. México D.F. 1963.
de Fusco Renato. Historia de la Arquitectura
Contemporánea. pag 75 - 89. Celeste Ediciones.
España 1992.